Restauración
RESTAURACION: La restauración de una vidriera es un trabajo de gran delicadeza y requiere profesionalidad y experiencia además de la consciencia de que el resultado final sea excelente y apenas imperceptible al hecho que una pieza haya sido retocada; es decir, el objetivo es conseguir que la vidriera quede tal cual hubiese sido en sus inicios, tanto se trate de una rotura, remplazo de plomos o incluso pintura de grisallas
En numerosas ocasiones las vidrieras a restaurar están en un estado lamentable, bien porque son antiguas y el paso del tiempo ha incidido en su estado, o bien porque una rotura amenaza su estabilidad. En cualquiera de los casos el proceso de retirado de la pieza y su traslado al taller ha de ser ejecutado con mucho cuidado para evitar sumar más de deterioro a la pieza. Una vez en el taller empieza el diagnostico… en el cual es necesario valorar los daños, marcar las piezas rotas, contabilizar las reposiciones tratando de conservar la mayor parte de ellas con las que podremos contar para la evaluación del tipo de vidrio o el pintado y hacer un estudio comparativo con las nuevas piezas que sustituirán a las roturas, o que sirvan de base para el pintado de las grisallas en el caso de ser necesario.
“Las vidrieras cuentan historias, y esas historias no deben ser transformadas, pues dejarían de contarnos aquello que quiere transmitirnos, intención primera de sus mecenas o artistas….”
Cada restauración es diferente y por ello cada una de ellas se somete a un estudio y valoración diferente. Es un proceso que consta de varias fases como por ejemplo desmontaje, daños, cambios de plomo, enmasillado, limpieza… En cualquier caso sería conveniente el evitar restauraciones inadecuadas que podrían amenazar el valor histórico y económico de la vidriera.
En el caso de la sustitución de los vidrio hay que tener en cuenta que ha de ser por otros muy similares a los originales en el caso de no poder ser los mismos, valorando a la vez que tanto los vidrios, las grisallas o los esmaltes actuales no tienen la misma composición que los antiguos, sin embargo debe conseguirse que a la vista no se aprecien los cambios.